Comencemos por definir qué es el infame y nefasto «sangrado» de los colores en el Glasé.
El «sangrado» es cuando un color no queda con borde definido sino que se difumina y comienza a invadir el color del glasé que está justo al lado.

Generalmente este problema se ve con el pasar de las horas o cuando el glasé ya está seco. No es posible verlo mientras estamos trabajando y glaseando.
El «sangrado» de los colores fue un problema que experimenté bastante en mis comienzos… hace muchos años atras!! Imagínate que comencé en este apasionante mundo mucho antes de la irrupción de internet y Youtube, ja ja ja
Con el paso del tiempo y más experiencia ya descubrí algunos trucos que a mí me funcionan a la perfección.
Pero recuerda que muchas veces lo que a una persona le resulta excelente… a otra no tanto! Y sobre todo con el Glasé ya que todo influye… la temperatura y humedad del ambiente, la receta, los colorantes usados, etc.
Con mucha paciencia, ensayo y error llegué a algunas conclusiones respecto a este desagradable problema.
Aquí te comparto algunos Tips, espero que te ayuden!
- Prefiero trabajar con Glasé preparado con Albúmina y Cremor Tártaro, cuando usaba Merengue en Polvo tenía mucho más problemas de «sangrado»
- Trabaja siempre, pero siempre con el Glasé lo más espeso posible (siempre que la superficie te quede lisa y perfecta) Cuando trabajaba con glasé muy líquido (es más fácil y rápido que la superficie te quede parejita) pero al tener más agua es más porosa y por ende es más fácil que un color invada al de al lado.
- Cuando trabajas con la técnica de «Wet on Wet» Mojado sobre Mojado las consistencias deben ser iguales. En caso contrario el color de la consistencia más líquida será «invadida» por el color de la consistencia más espesa.
- La calidad de los colorantes también es fundamental. Los colorantes de buena calidad tienen pigmentación mucho más concentrada y la fijación del color es mucho mejor.
- No sobre satures tu glasé de colorante. Recuerda que los colores oscuros, tales como negro, rojo y azules se oscurecen con el paso del tiempo. Por eso siempre es mejor teñir tu glasé con antelación y dejar reposar bien tapado para que no se seque y verás que llegarás perfecto al color oscuro usando menos cantidad de colorante.
- Usa tu deshidratador! Apenas termines de glasear tu galleta la introduces en el deshidratador para que seque rápidamente la capa superficial del glasé. Esto además de disminuir la posibilidad del «sangrado» sellará el brillo del glasé preparado con Albúmina y Cremor Tártaro. 15 min. a 40° es suficiente tiempo para secar sólo la capita superior del glasé y puedes seguir trabajando sin perder tiempo.
- Nunca embolses tus galletas hasta estar segurísima que el glasé está total y completamente seco. Si queda humedad dentro de la bolsita… tus colores seguro «sangrarán»
- Si has dejado tu manga cargada con glasé de un día para otro, siempre es mejor vaciar el glasé en un pote y volver a mezclarlo bien antes de volver a usar ya que muchas veces el agua tiende a separarse de la mezcla. Por eso es bueno usar los clips y amarras para mangas ya que puedes volver a reutilizar la misma manga otra vez.
- Otro truco que me han comentado muchas alumnas es usar Colorante Bright White siempre. Agregas a todo tu glasé el color blanco primero como color base y luego tiñes o coloreas del color que necesitas. Personalmente no lo hago muy seguido, pero también es otra alternativa que puedes probar!


Espero que estos Tips o Trucos te puedan ayudar con este problema frecuente cuando estamos comenzando en este maravilloso y apasionante mundo de las Galletas Decoradas.
Sígueme en Instagram @alisonfriedli y seguro que encontrarás más información que te será súper útil!!